jueves, 25 de marzo de 2010

DISEÑANDO UN RITUAL PARA ACOSTARSE


No es ninguna casualidad que los niños cuenten con elaborados rituales para acostarse, desde la lectura del cuento hasta la petición de agua de último momento. Los rituales son secuencias de comportamiento que ayudan a bajar de revoluciones y a prepararse para la cama; forman parte del proceso de relajamiento. A los adultos también nos hacen falta rituales de este tipo.
Independientemente de qué cosas reconfortantes haga antes de acostarse-ponerse su piyama favorita, leer un capítulo del último bestséller o recorrer la casa descalza para asegurarse de que las puertas hacia el exterior estén cerradas con llave y las luces apagadas-, realícelas en el mismo orden todas las noches.
A continuación mencionaremos algunos pasos relajantes que tal vez quiera agregar a su ritual previo a acostarse:

* Tome una bebida natural relajante. Evite tomar café después de cenar. Las mezclas tranquilizantes de té herbario preparadas con manzanilla, entre otras son recursos tradicionales para promover el sueño, así como la leche tibia contiene triptofano, una sustancia química que tiene el mismo efecto.

* Sumérjase. Hundirse en un baño tibio durante 20 minutos puede servir para facilitar la transición entre un día estresante y una noche serena. Conforme el calor ayude a ensanchar sus vasos sanguíneos y reláje sus músculos cansados, deje que su mente divague entre pensamientos agradables.

* Calme la mente. La oración y la meditación también pueden aportar una sensación de paz y permitirle apartar las preocupaciones del día. Requieren cierta autodisciplina y tal vez un poco de práctica, pero es una buena forma de aprovechar los minutos antes de acostarse.

A fin de dormir bien por la noche-POR FIN- sólo necesita realizar algunos ajustes menores, reservar tiempo para usted y cumplir con su horario.