sábado, 15 de enero de 2011

REDESCUBRA EL PLACER DE COMER.




La misma comida puede ser fuente de placer o de estrés, según el ambiente en el que se haga, independientemente de lo que uno ponga en el plato. Cultive el placer de comer en la tranquilidad y la convivencia!

RESTAURANTE RUIDOSO O TERRAZA SOLEADA?
Comer sano no consiste únicamente en cuidar su alimentación. Es también poner atención en la manera en que se come: la gente con quien compartimos nuestra hora de comida, el ambiente en que se desarrolla...El mismo platillo no sabe igual si se come de prisa, en un restaurante ruidoso y lleno de humo, pensando en nuestros problemas, que si lo compartimos con personas que apreciamos, en una terraza soleada, acompañados por el trinar de las aves. Tampoco tiene la misma repercusión en el metabolismo. Y, sobre todo, no influye de la misma manera en nuestro estado de ánimo. En el primer caso, mantiene el estado de tensión y nerviosismo; en el segundo, lo relaja.

COMIDA INTELIGENTE Y CENA ENTRE AMIGOS
A la hora de la comida, aunque disponga de poco tiempo, haga suyo ese momento. Esfuércese por aprovecharlo para cultivar su tranquilidad: rechace las invitaciones que le disgusten, elija un lugar propicio para relajarse, consuma de preferencia alimentos sanos y sabrosos (verduras frescas, frutas, pescado...) en lugar de platillos con grasas y azúcares. Cuando se como de prisa, tenso y ansioso, se alteran la digestión y el metabolismo.

A la hora de la cena, alterne, según lo prefiera los paréntesis de serenidad solo, o en familia, y los momentos de convivencia con sus amigos. Prohiba ver televisión durante la hora de las comidas (sobre todo si tiene hijos) y sustitúyala por música suave.

* Redescubrir el placer a la comida, es también volver a aprender a saborearla. Si adoptamos el hábito de alimentarnos a toda prisa con platillos precongelados o industrializados, ya no permitimos a nuestras papilas gustativas el goce de sentir. Se van adormeciendo poco a poco.

* Para reeducarlas, hay que esforzarnos por comer alimentos sencillos y tomarse el tiempo para prolongar la sensación que procuran: frutas de temporada, verduras crujientes, pescado asado, aceites vegetales sin cocinar...

* Esos sabores irán despertando poco a poco su paladar. Entonces podrá empezar a asociarlos nuevamente, para su bienestar!

viernes, 14 de enero de 2011

RESPETE SU RELOJ INTERNO

El tiempo no gira únicamente en el cuadrante de los relojes. En el interior de nuestro cuerpo, hay una sucesión de ritmos precisos. Tomarlos en cuenta y respetarlos constituye un primer paso hacia una vida más serena y relajada.

Nuestro organismo sigue un ritmo establecido por relojes biológicos inmutables. Algunos pueden verse a simple vista: por la noche siempre llega un momento en que tenemos sueño. Al día siguiente por la mañana, siempre llega una hora en que despertamos. Del mismo modo, muchas otras funciones siguen curvas temporales: La digestión, la secreción de hormonas, el estado de alerta, la reproducción celular, la síntesis del colesterol....

Para permanecer sereno y tranquilo en cualquier circunstancia, para no desgastar sus reservas nerviosas e intelectuales, para evitar la fatiga y el estrés inútil, debe aprender a respetar sus ritmos. Para lograrlo, sólo existe una solución: observarse. Durante algunos días, anote en una libreta la hora en la que siente hambre, un repentino cansancio intelectual, una disminución de su estado fisico, un intenso deseo de dormir... Al cabo de una semana notará que se desprenden grandes líneas. Intente, en cuanto le sea posible organizar su vida alrededor de esos ritmos. Se sentirá mejor. Y empezará eliminar en su vida diaria una fuente recurrente del estrés!